
El próximo viernes, 27 de julio, tendrán lugar en el cielo nocturno dos sucesos que teñirán de rojo las primeras horas de la noche: eclipse total de Luna, que además será el más largo del siglo XXI, y Marte en oposición.
ECLIPSE LUNAR
Un eclipse de Luna es un fenómeno astronómico que se produce debido a la interposición de la Tierra entre la Luna y el Sol, cuando los tres cuerpos están alineados o muy cerca de la línea virtual que los uniría. Cuando la Tierra ocupa la posición central, la luz enviada desde el Sol provoca un cono de sombra terrestre cuya proyección se divide en dos partes: la umbra (zona más oscura) y la penumbra (la zona más clara).
En función de la zona que atraviese la Luna podremos ver diferentes tipos de eclipses:
- Eclipse Penumbral: aquel que se produce cuando la Luna atraviesa la zona de penumbra, ya sea todo el disco lunar (eclipse penumbral total) o parte (eclipse penumbral parcial).
- Eclipse Total: La Luna atraviesa completamente la zona de umbra terrestre. Será el caso del eclipse del viernes 27.
- Eclipse Parcial: Una parte del disco lunar atraviesa la zona de umbra y el resto es ocultada por la penumbra.
¿Por qué se verá roja la Luna?
Cuando la Luna pasa a través de la sombra proyectada por la Tierra, la zona de umbra, adquiere un rojo intenso o anaranjado en lugar de desaparecer por completo de la vista, la llamada Luna de sangre. Este extraño efecto conocido como dispersión de Rayleigh filtra las bandas de luz verde y violeta en la atmósfera durante un eclipse. Es decir, en la zona de umbra están los rayos de sol dispersados por nuestra atmósfera, pero de las bandas roja y naranja.
La dispersión de Rayleigh también es responsable del color del cielo, de los atardeceres anaranjados e incluso del color de los ojos azules.
¿Por qué no hay eclipse lunar cada mes?
Esta pregunta nos la realizan bastante. Si la Luna tarda un mes en orbitar alrededor de la Tierra, ¿por qué no vuelve a la posición de eclipse cada mes? La respuesta es fácil: porque no orbita en el mismo plano que el Sol.
El hecho de que la Luna orbite en diferente plano a la eclíptica implica que cada mes corta con este plano, intersecta con la órbita solar en dos puntos que llamamos nodos. Si la Luna se dirige de sur a norte en su órbita, se le llama nodo ascendente; y al contrario, nodo descendente. Cuando la Luna llena o la nueva están cerca de los nodos, es cuando se da el eclipse.
Esta órbita lunar, además, tiene la particularidad de que cambia los nodos 30º cada mes, en el sentido de las agujas del reloj, con respecto a las fases de la Luna. Por lo tanto, la Luna nueva y la Luna llena no van a realinearse nuevamente con los nodos, sino hasta aproximadamente, en seis meses.
¿Cuánto durará el eclipse?
El inicio de la fase total tendrá lugar a las 21.30 horas, coincidiendo con la hora de la salida de la Luna en Madrid. El resto de fases ya serán visibles desde la península y las Islas Canarias, aunque la Luna tendrá una elevación bastante baja. Dada la gran profundidad del eclipse y su combinación con la refracción cerca del horizonte, la Luna saldrá con un fuerte tono rojizo. El eclipse total durará en torno a 1h42min.
En esta web podemos encontrar la tabla para ver los tiempos del eclipse.
¿Por qué el eclipse lunar es tan largo?
En julio 2018, la Luna llena y el apogeo lunar (punto en el que la Luna está más alejada de la Tierra), caen exactamente en la misma fecha, el próximo viernes 27. Lo que hará que tengamos la Luna llena más pequeña y distante del año. Este apogeo también hace que la Luna tarde más tiempo en atravesar la sombra oscura de la Tierra, haciendo que el eclipse dure más tiempo y nos permita disfrutar mejor del fenómeno.
MARTE EN OPOSICIÓN
Se dice que Marte está en oposición cuando su órbita corta con la línea que une el Sol y la Tierra. Esto es que tendremos a nuestro vecino rojo justo detrás de nosotros, ideal para observarlo por la noche.
Esto no quiere decir que Marte se vaya a ver del tamaño de un zeppelin, ni que si saltas en el momento justo de oposición vayas a flotar un poco más que en otros momentos. Lo que sí es cierto es que esta cercanía a la Tierra hace que sea el momento perfecto para observar a Marte con telescopio, o a simple vista. Como podemos ver en las imágenes, el tamaño aparente de Marte será casi el doble que el de 2011.
Las oposiciones de Marte ocurren aproximadamente cada 2 años y 50 días, pero no todas las oposiciones de Marte son iguales, debido a la excentricidad de las órbitas planetarias. Así, las oposiciones de Marte varían enormemente y pueden ser desde 55 millones hasta 101 millones de kilómetros.
Este 2018 va a ser uno de los mejores años para observar la oposición de Marte, ya que se encontrará a apenas 57 millones de kilómetros, el 31 de julio estará en el punto de máximo acercamiento, siendo el viernes la oposición. Para encontrar a Marte tan cerca tendríamos que remontarnos hasta el año 2003, cuando Marte batió su récord. Para ver otra oposición tan favorable como esta tendremos que esperar hasta 2035, donde se situará a 56 millones de km.
¿Cómo localizar Marte en el cielo?
A simple vista Marte se identifica fácilmente en el cielo por su característico color rojizo. Durante el verano de 2018 se situará en la constelación de Capricornio, a la izquierda de Sagitario. Esta zona del cielo no cuenta con estrellas muy brillantes por lo que será sencillo localizar Marte, ya que será el astro más brillante de la zona.
En una buena noche y con un telescopio sencillo podremos observar los casquetes polares de Marte, con su característico tono blanquecino. El hecho de poder observar hielo en otro planeta es algo espectacular (aunque sea hielo de CO2 y no de agua). Estas zonas son relativamente sencillas de observar si la noche es buena, ya que su brillo blanco destaca del resto de la superficie.
Por otro lado, podremos apreciar diversas tonalidades. Las zonas más claras suelen corresponder a grandes planicies desérticas, y las más oscuras corresponden a los valles. Además, en noches estables y con telescopios más avanzados seremos capaces de apreciar la región de Sirtis Major, una zona más oscura que llama la atención en las brillantes planicies marcianas.
Hay que tener cuidado con no confudirlo con Antares, la estrella más brillante de la constelación del escorpión, que recibe su nombre por ser el rival rojizo de nuestro vecino, anti-Ares (anti-Marte). En la imagen de Stellarium podemos ver cuál será la disposición del cielo desde Nigrán, Galicia (Vigo), a las 23:40 hora peninsular. La Luna aún en eclipse, en conjunción con un Marte en oposición, mientras también podemos ver aún brillar a Saturno (brillando amarillo sobre Sagitario) o Júpiter, y en medio de ellos, Antares.
Esta sería la imagen ampliada de la escena.
¿QUÉ VER EN EL CIELO?
Ya hemos comentado que podremos ver la Luna, Marte y Antares, además de Júpiter y Saturno (Mercurio y Venus según se ponga el Sol), pero el cielo de julio deja imágenes preciosas también, como la vía láctea atravesando la bóveda celeste.
Durante el verano boreal (entre junio y agosto) un asterismo en forma de triángulo reina en el cielo. El Triángulo de Verano, compuesto por tres estrellas que forman parte de tres constelaciones distintas: Vega (Alpha Lyrae), Deneb (Alpha Cygni) y Altair (Alpha Aquilae). Estas tres estrellas, al ser tan brillantes, se usan para localizar otras estrellas y constelaciones, como Vulpécula y Sagitario, que se encuentran en su centro. Aunque el Triángulo del Verano es un asterismo del Hemisferio Norte, se puede ver en los cielos australes a baja altura.
Otras constelaciones serán fáciles de ver durante las horas del eclipse: Osa mayor, osa menor, constelación de Draco, Virgo (con Espiga), Boyero (con Arturo), Casiopea, Andrómeda o Pegaso. Además, las Perseidas, el fenómeno de la lluvia de estrellas más conocido del verano, que tiene lugar entre el 18 de julio y el 25 de agosto (y su punto máximo el día 13), nos dejará pequeñas gotas de magia en una noche espectacular.
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